Dicen
que todo esfuerzo tiene su recompensa. Que con sacrificio y trabajo, todo se
acaba logrando. Por desgracia, hay circunstancias de la vida que dejan tales
conclusiones en el entre-dicho. Agustín Villar, natal de Peleagonzalo (Zamora),
nos deja en el día de hoy, a los 31 años de edad, tras un nuevo combate contra
el cáncer, del cual salió airoso en dos ocasiones, demostrando así su incansable
capacidad de lucha y sacrificio.
Allá por diciembre del 2011, Agustín se
convertía en noticia al serle diagnosticado un tumor en uno de sus testículos.
Agustín luchó y Agustín venció.
No
obstante, en el pasado mes de septiembre, cuando el de Peleagonzalo ya había
vuelto a los terrenos de juego, la enfermedad volvió a aparecer. Esta vez
parecía ser la definitiva. Parecía destinado a un trágico final. Sin embargo,
el capitán del Zamora no dudó en volver a hacerle frente, no dudó en que
ganaría de nuevo la partida.
“La vida está para vivirla, no para comprenderla”. Con estas palabras nuestro protagonista en el
día de hoy insuflaba ánimo a una plantilla destrozada y hundida tras saber que
su capitán, ejemplo de lucha y sacrificio, tendría que volver a vérselas con el
temido cáncer. Estas palabras calaron hondo en una plantilla que hizo un
auténtico alarde de los valores que Agustín llevó siempre por bandera,
consiguiendo la permanencia a pesar de la multitud de obstáculos que salieron
al paso. Nuevamente, el “eterno 4” del conjunto rojiblanco, salió airoso del
envite.
A pesar de luchar una y otra vez contra esta
maldita enfermedad, una nueva embestida, dejó el cuerpo de Agustín sin vida. Y
sí, digo cuerpo, porque, si de algo estoy seguro, es que el alma de nuestro
añorado capitán estará acompañando a “su Zamora del alma” allá donde vaya. A
partir de hoy, el Zamora jugará con 12.
Yo, como aficionado que te ha visto vestir la
elástica rojiblanca durante muchos años, te doy gracias de corazón por llevar
siempre con orgullo una bandera y unos principios que te harán perdurar en las
retinas de todos los que amamos a este equipo.
D.E.P.,
CAPITÁN.
Enrique Blanco Suaña